Los niños y niñas con edades
comprendidas entre 9 y 12 años y con un grado moderado de actividad física son
el único grupo de edad cuyos niveles de ingesta total de energía se adecúan a
las últimas recomendaciones de la EFSA (Autoridad
Europea de Seguridad Alimentaria). En el caso de los adolescentes,
estas recomendaciones sólo se cubren en aproximadamente un 80%, tal y como
indica el estudio científico ANIBES, realizado
por la Fundación Española de la Nutrición
(FEN)
en colaboración con un comité científico de expertos.
Éstas son algunas de las conclusiones
que se han destacado en el simposio 'Balance energético en niños y
adolescentes. Resultados y conclusiones del estudio científico ANIBES', que ha
tenido lugar en el marco del 63º
Congreso de la Asociación Española de Pediatría (AEP) que se
celebra hasta el próximo sábado 13 de junio en Bilbao. Este simposio está
moderado por la Prof. Dra. Isabel Polanco, del Hospital Universitario Infantil
La Paz de Madrid, y Catedrática de Pediatría de la Universidad Autónoma de
Madrid.
Según los datos del estudio
científico ANIBES, la ingesta total de energía de la población infantil de 9 a
12 años es de 1.960 calorías (kcal) al día, con cifras significativamente
superiores en los niños (cuya ingesta media es de 2.006 calorías [kcal] al día)
que en niñas (con una ingesta de 1.893 calorías [kcal] diarias).
Tal y como plantea el Prof. Dr.
Gregorio Varela-Moreiras, presidente de la FEN y Catedrático de Nutrición y
Bromatología de la Universidad CEU San Pablo de Madrid e investigador principal
de este estudio científico, "como se concluye en el estudio científico
ANIBES, en el caso de la población adolescente con edades comprendidas entre 13
y 17 años, su consumo medio de energía es de 2.018 calorías (kcal) diarias, es
significativamente más elevado en hombres (2.124 calorías [kcal] al día) que en
las mujeres (1.823 calorías [kcal] al día) al igual que pasa en el grupo de
adolecentes”.
En esta investigación, con una
muestra representativa de toda la población española de 2.009 individuos de
entre 9 y 75 años, han participado 213 niños y niñas con edades entre 9 y 12
años y 211 chicos y chicas del grupo de edad comprendido entre 13 y 17 años.
Perfil calórico desequilibrado
"Los datos del estudio
científico ANIBES nos indican que los niños y adolescentes consumen más
proteínas que las recomendadas (16% de la ingesta total entre los más pequeños
y 16,2% en adolescentes), al igual que grasas (38,9% en niños y 38,1% en
adolescentes), pero su consumo de hidratos de carbono es inferior a las
recomendaciones (43,8% en niños y 44,4% en adolescentes)", subraya el
Prof. Dr. Varela-Moreiras. "Estos datos muestran un perfil calórico
desequilibrado".
Los cereales es el grupo de alimentos
que mayor energía aporta al grupo de población de niños y al de adolescentes
(30,4% en niños y 31,1% en adolescentes), seguidos de carnes y derivados (15,3%
en niños y 16,2% en adolescentes) y aceites y grasas (10,4% en niños y 9,8% en
adolescentes).
Aplicar el concepto de Balance
Energético a nuestra vida
El estudio científico ANIBES es la
primera investigación en España que evalúa tanto la ingesta como el gasto
energético, los hábitos alimentarios, datos antropométricos y patrones de
actividad física de la población de nuestro país, tanto de manera general como
estratificada por edades.
"Conocer el concepto de balance
energético, es decir, saber que debemos ingerir la misma cantidad de
energía que la que gastamos, y aplicarlo a nuestras vidas es quizá el factor
más importante para mantener una buena salud y tratar de prevenir la
obesidad", apunta el Prof. Dr. Varela-Moreiras. "Pero aunque la
teoría es fácil, no es tan sencillo llevarla a la práctica, ya que desconocemos
en gran medida nuestra alimentación, que cada día es más compleja, lo que
dificulta el equilibrio de esta parte de la balanza. En lo que se refiere al gasto
energético a través de la actividad física, la información es escasa y no
existe una cuantificación adecuada del mismo".
"Cada vez son más las
evidencias científicas que demuestran que los factores de riesgo de
enfermedades crónicas se establecen durante la infancia y la
adolescencia", según explica la Prof. Dra. Marcela González-Gross,
Catedrática de
Nutrición Deportiva y Fisiología del
Ejercicio de la Universidad Politécnica de Madrid. "La adopción de un
estilo de vida saludable es deseable desde edades tempranas y es aquí donde el
pediatra juega un papel primordial para incentivar la práctica deportiva desde
la infancia".
Tal y como continúa explicando la
Prof. Dra. González-Gross, "existe consenso científico que indica que los
niños y adolescentes deben practicar al menos una hora de actividad física de
moderada a vigorosa al día, es decir, la práctica de algún deporte o actividad
de intensidad similar, como saltar, correr, patinar o montar en bici, al menos
5 días a la semana o preferentemente todos los días. Asimismo, las actividades
sedentarias no educativas no deben exceder las 2 horas al día".
Por su parte, el Prof. Dr. Javier
Aranceta, presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Nutrición
Comunitaria (SENC), indica que "la obesidad en la infancia y adolescencia
se sitúa todavía en tasas muy elevadas. Además, en estos grupos de población se
han podido asociar algunas conductas específicas relacionadas con el balance
energético, con la prevalencia de sobrepeso y la obesidad y también se ha
comprobado que la prevalencia es más elevada en familias de menor nivel
educativo y socioeconómico".
En este sentido, comenta el Prof. Dr.
Aranceta, "son varios los factores que influyen en cuándo, dónde o con qué
frecuencia se elige un alimento o una bebida para su consumo y configurar así
un patrón de ingesta. También existen factores que inciden directamente sobre
cómo o con qué intensidad se realiza una actividad física, o cuánto tiempo se
permanece haciendo actividades sedentarias. Todo este complejo abanico
configura un sistema de balance energético entre calorías ingresadas y
consumidas que debería tender a estar compensado a nivel individual para
conseguir un modelo ponderal más adecuado".
Ficha técnica del estudio ANIBES
Diseño: Muestra
representativa de la población residente en España (excluyendo Ceuta y Melilla)
Muestra: Individuos de
entre 9 y 75 años que vivan en municipios de más de 2.000 habitantes
Universo: 37 millones de
habitantes
Muestra final: 2.009
individuos (2,23% error y 95% de margen de confianza)
Muestra aleatoria más refuerzo: 2.285
participantes*
*Para los grupos más jóvenes (9-12 y
13-17) se consideró un refuerzo en el tamaño de la muestra con el fin de tener
una correcta representación
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