Traductor

29 January 2014

Pediatras del IHP advierten que la bronquiolitis es más frecuentes en lactantes prematuros, que acuden a guardería o tienen padres fumadores

La bronquiolitis es una inflamación de las vías respiratorias más estrechas, acontecida habitualmente en niños menores de un año. “Suele ser originada por una infección viral, frecuentemente el virus respiratorio sincitial, siendo más frecuente durante el invierno y en lactantes prematuros, que acuden a guardería o tienen padres fumadores”, explica el equipo de pediatras del IHP.
“La enfermedad suele comenzar como un resfriado, con obstrucción nasal por mucosidad y tos durante dos a tres días, y a veces fiebre.
Luego, puede que el niño se estacione, no empeorando,  o bien que comience a toser más, a respirar de forma más dificultosa (se le marcan las costillas y el abdomen le sube y le baja de manera exagerada, y se ensanchan las fosas nasales), y a tener la respiración ruidosa”, continúan los expertos, quienes añaden que “todo esto ocurre porque sus bronquios están obstruidos por la inflamación y por el moco que segrega la propia enfermedad”.
Según los pediatras sevillanos el proceso suele durar alrededor de una semana, pero es a partir del segundo o tercer día cuando puede acontecer el empeoramiento.

¿Cómo debe ser tratado?
El tratamiento consiste la mayoría de las veces en medidas generales de soporte, que son las únicas que han demostrado científicamente su utilidad. Y es que en la actualidad, no existe ningún medicamento que facilite la curación de la bronquiolitis.
Afortunadamente, la mayoría de los casos son leves y no requieren tratamiento profesional específico. Según los profesionales del IHP los antibióticos no son útiles para tratarla, “porque es causada por una infección viral y únicamente son efectivos en las sobreinfecciones bacterianas”.

Medidas de soporte en el domicilio
Además, recomiendan tener en cuenta las siguientes medidas en el domicilio:
  • Control de la fiebre, y mantener al niño bien hidratado (administrar líquidos y el alimento, por la edad el pecho o los biberones de forma frecuentes y en pequeñas cantidades, para evitar que se fatigue).
  • Realizarle lavados nasales frecuentes y aspirar las secreciones de la nariz a demanda.
  • Mantener al niño algo incorporado, para ayudarle a respirar mejor.
  • Utilizar la fisioterapia (palmaditas en la espalda y en el pecho) para movilizar las secreciones de moco en los bronquios y evitar así las complicaciones.

No comments:

Post a Comment

CONTACTO · Aviso Legal · Política de Privacidad · Política de Cookies

Copyright © Noticia de Salud