“El dolor crónico es un problema gravísimo que no sólo afecta a la salud de la población sino también a su disponibilidad económica y, más aún, a la economía de la Administración”. Así lo puso de manifiesto ayer el doctor Daniel Samper Bernal, jefe clínico de Anestesiología del Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona, jefe de la Clínica del Dolor y vocal de la Junta Directiva de la Sociedad Española del Dolor, durante el taller patrocinado por Grünenthal “Gestión del Dolor en los Sistemas Sanitarios”, en el XVII Congreso Nacional de Hospitales que se celebra en Madrid entre el 26-29 de este mes.
Bajo el título El dolor crónico: una necesidad no cubierta, el especialista expuso la situación del dolor crónico en la actualidad, destacando una alta prevalencia de la enfermedad, así como el elevado coste económico que supone. A este respecto, el doctor Samper mostró los resultados de un estudio1 publicado este mismo año, que se llevó a cabo en 5 países europeos (entre ellos España), en el que se afirma que el 20,27% de la población tiene dolor crónico, siendo el 4,61% intenso y el 8,85% diario. Asimismo, el doctor dio a conocer numerosos estudios que demuestran que la prevalencia de dolor crónico en la población general es muy importante.
Durante su ponencia, el doctor Samper resaltó que “los costes económicos derivados del dolor crónico vienen originados por factores directos (aumento del uso de personal sanitario, productos farmacéuticos, pruebas de laboratorio, etc.) y de factores indirectos debidos a la disminución de producción causada por el absentismo laboral, siendo el coste global en países industrializados de entre el 2,2% y el 2,8% del P.I.B.”
Asimismo, el informe Pain in Europe2 demuestra que el dolor crónico provoca 16 días de trabajo perdidos por año y por persona, y se calcula que el coste en Europa es de 34 billones €/año. Por otro lado, la Sociedad Española de Reumatología declara que las enfermedades reumáticas (de las cuales el 96% cursan con dolor) cuestan 3600 millones de €/año3.
En este sentido, y de acuerdo con los datos reflejados, el doctor insistió en aumentar la formación con el fin de conseguir médicos de familia mejor capacitados para el manejo del dolor crónico, lo que aumentaría la calidad de la asistencia y disminuiría los tiempos de espera en los pacientes de las Unidades de Dolor.
Asimismo, destacó la necesidad de crear un Plan Nacional para el Tratamiento Integral del Dolor como herramienta básica que mejore el manejo de la población afectada por dolor crónico. “Es imprescindible poner en marcha este plan en el que estén implicadas todas las partes, desde la Administración hasta todas y cada una de las sociedades científicas relacionadas con estos pacientes” expuso.
El doctor José María Muñoz y Ramón, director del Área de Calidad y jefe de la Unidad del Dolor del Hospital Universitario de la Paz de Madrid, también participó como ponente en este taller. Bajo el titulo La gestión integral del paciente con dolor en un centro hospitalario, el especialista presentó la experiencia de la implantación de un “Hospital sin Dolor” a través de la labor de una comisión clínica encaminada a la formación y concienciación de todos los profesionales en la importancia del dolor y su correcto tratamiento en todo tipo de pacientes.
“Reconocer el alivio del dolor como un objetivo de calidad para todo el centro es imprescindible para poner en marcha una Comisión “Hospital sin Dolor”. Esto permite la implicación de todos los profesionales y de la dirección, y obliga a mostrar resultados periódicamente” resaltó Muñoz y Ramón.
Entre las actividades desarrolladas durante la puesta en marcha de la comisión, el doctor destacó la distribución de 5.000 escalas de medición del dolor, la institucionalización del registro del dolor como quinta constante vital, el desarrollo de numerosas actividades formativas y la elaboración y publicación de documentos formativos para profesionales y pacientes, lo que ha permitido crear una “cultura del dolor” en todo el centro.
“Aunque la Comisión “Hospital sin Dolor” funciona desde hace menos de dos años, el balance de los resultados ya es muy considerable. Se trata de una herramienta útil para facilitar la colaboración de todos los profesionales y concienciar de que el dolor es importante y de que todos podemos contribuir a su alivio” explicó Muñoz y Ramón.
Además, señaló que las comisiones de dolor pueden ser un elemento dinamizador y de gestión de la calidad en todo tipo de establecimientos sanitarios, respetando la dinámica e idiosincrasia de cada centro, con el fin de mejorar el abordaje y tratamiento del dolor de los pacientes.
El taller, cuyo objetivo fue concienciar a los profesionales responsables de la gestión de las instituciones sanitarias sobre las necesidades médicas no cubiertas en el tratamiento del dolor crónico, contó también con la participación, como moderadora, de la doctora Elena Catalá, directora de la Clínica del Dolor del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau y jefe de la Unidad del Servicio de Anestesiología.
“Hemos querido poner sobre la mesa el dolor crónico desde el ámbito intrahospitalario y extrahospitalario, cubriendo así a todos los pacientes. Hemos pretendido presentar cómo podemos mejorar en la gestión del dolor crónico dentro y fuera del hospital para desarrollar soluciones que mejoren la calidad de vida de los pacientes” comentó la doctora.
Durante el día de hoy, se impartirá asimismo el taller “Investigación biomédica hospitalaria, dinamización económica y progreso”, patrocinado por Grünenthal. “La organización de la investigación es una materia compleja en la que conviene aprender de las mejores experiencias. En esta sesión, los ponentes revisarán los aspectos a tener en cuenta para convertir la Investigación Biomédica en progreso”, ha afirmado el doctor Antonio Portolés, presidente de la Sociedad Española de Farmacología Clínica (SEFC), director de la Fundación Investigación Biomédica del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, y moderador de este taller.
Ambas reuniones son fruto del acuerdo de colaboración firmado entre Grünenthal Pharma, S.A. y la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA), llevado a cabo el pasado mes de marzo con el objetivo de promover la correcta gestión del dolor en el sistema sanitario español y aumentar la concienciación de la sociedad sobre esta enfermedad.
Bajo el título El dolor crónico: una necesidad no cubierta, el especialista expuso la situación del dolor crónico en la actualidad, destacando una alta prevalencia de la enfermedad, así como el elevado coste económico que supone. A este respecto, el doctor Samper mostró los resultados de un estudio1 publicado este mismo año, que se llevó a cabo en 5 países europeos (entre ellos España), en el que se afirma que el 20,27% de la población tiene dolor crónico, siendo el 4,61% intenso y el 8,85% diario. Asimismo, el doctor dio a conocer numerosos estudios que demuestran que la prevalencia de dolor crónico en la población general es muy importante.
Durante su ponencia, el doctor Samper resaltó que “los costes económicos derivados del dolor crónico vienen originados por factores directos (aumento del uso de personal sanitario, productos farmacéuticos, pruebas de laboratorio, etc.) y de factores indirectos debidos a la disminución de producción causada por el absentismo laboral, siendo el coste global en países industrializados de entre el 2,2% y el 2,8% del P.I.B.”
Asimismo, el informe Pain in Europe2 demuestra que el dolor crónico provoca 16 días de trabajo perdidos por año y por persona, y se calcula que el coste en Europa es de 34 billones €/año. Por otro lado, la Sociedad Española de Reumatología declara que las enfermedades reumáticas (de las cuales el 96% cursan con dolor) cuestan 3600 millones de €/año3.
En este sentido, y de acuerdo con los datos reflejados, el doctor insistió en aumentar la formación con el fin de conseguir médicos de familia mejor capacitados para el manejo del dolor crónico, lo que aumentaría la calidad de la asistencia y disminuiría los tiempos de espera en los pacientes de las Unidades de Dolor.
Asimismo, destacó la necesidad de crear un Plan Nacional para el Tratamiento Integral del Dolor como herramienta básica que mejore el manejo de la población afectada por dolor crónico. “Es imprescindible poner en marcha este plan en el que estén implicadas todas las partes, desde la Administración hasta todas y cada una de las sociedades científicas relacionadas con estos pacientes” expuso.
El doctor José María Muñoz y Ramón, director del Área de Calidad y jefe de la Unidad del Dolor del Hospital Universitario de la Paz de Madrid, también participó como ponente en este taller. Bajo el titulo La gestión integral del paciente con dolor en un centro hospitalario, el especialista presentó la experiencia de la implantación de un “Hospital sin Dolor” a través de la labor de una comisión clínica encaminada a la formación y concienciación de todos los profesionales en la importancia del dolor y su correcto tratamiento en todo tipo de pacientes.
“Reconocer el alivio del dolor como un objetivo de calidad para todo el centro es imprescindible para poner en marcha una Comisión “Hospital sin Dolor”. Esto permite la implicación de todos los profesionales y de la dirección, y obliga a mostrar resultados periódicamente” resaltó Muñoz y Ramón.
Entre las actividades desarrolladas durante la puesta en marcha de la comisión, el doctor destacó la distribución de 5.000 escalas de medición del dolor, la institucionalización del registro del dolor como quinta constante vital, el desarrollo de numerosas actividades formativas y la elaboración y publicación de documentos formativos para profesionales y pacientes, lo que ha permitido crear una “cultura del dolor” en todo el centro.
“Aunque la Comisión “Hospital sin Dolor” funciona desde hace menos de dos años, el balance de los resultados ya es muy considerable. Se trata de una herramienta útil para facilitar la colaboración de todos los profesionales y concienciar de que el dolor es importante y de que todos podemos contribuir a su alivio” explicó Muñoz y Ramón.
Además, señaló que las comisiones de dolor pueden ser un elemento dinamizador y de gestión de la calidad en todo tipo de establecimientos sanitarios, respetando la dinámica e idiosincrasia de cada centro, con el fin de mejorar el abordaje y tratamiento del dolor de los pacientes.
El taller, cuyo objetivo fue concienciar a los profesionales responsables de la gestión de las instituciones sanitarias sobre las necesidades médicas no cubiertas en el tratamiento del dolor crónico, contó también con la participación, como moderadora, de la doctora Elena Catalá, directora de la Clínica del Dolor del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau y jefe de la Unidad del Servicio de Anestesiología.
“Hemos querido poner sobre la mesa el dolor crónico desde el ámbito intrahospitalario y extrahospitalario, cubriendo así a todos los pacientes. Hemos pretendido presentar cómo podemos mejorar en la gestión del dolor crónico dentro y fuera del hospital para desarrollar soluciones que mejoren la calidad de vida de los pacientes” comentó la doctora.
Durante el día de hoy, se impartirá asimismo el taller “Investigación biomédica hospitalaria, dinamización económica y progreso”, patrocinado por Grünenthal. “La organización de la investigación es una materia compleja en la que conviene aprender de las mejores experiencias. En esta sesión, los ponentes revisarán los aspectos a tener en cuenta para convertir la Investigación Biomédica en progreso”, ha afirmado el doctor Antonio Portolés, presidente de la Sociedad Española de Farmacología Clínica (SEFC), director de la Fundación Investigación Biomédica del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, y moderador de este taller.
Ambas reuniones son fruto del acuerdo de colaboración firmado entre Grünenthal Pharma, S.A. y la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA), llevado a cabo el pasado mes de marzo con el objetivo de promover la correcta gestión del dolor en el sistema sanitario español y aumentar la concienciación de la sociedad sobre esta enfermedad.
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